martes, 13 de octubre de 2009

Invencion de la Escritura

Por definición, la historia comienza con los registros escritos. Los restos de la cultura humana sin la escritura constituye el ámbito de la prehistoria (véase La escritura y la historicidad más abajo). Sin embargo, el "origen de la escritura ha dejado de ser un misterio".[3]

La evolución de la escritura fue un proceso originado por la práctica económica y la necesidad en el Antiguo Oriente Próximo.[3] La arqueóloga Denise Schmandt-Besserat determinó la conexión entre las "fichas" de arcilla sin categorizar previamente y la primera escritura conocida, el protocuneiforme.[3] [4] Las fichas de arcilla se utilizaban para representar bienes e incluso puede que unidades de tiempo empleado en el trabajo, haciéndose su número y tipos cada vez más complejos según avanzaba la civilización. Se alcanzó un alto grado de complejidad cuando se tuvo que manejar más de cien tipos distintos de fichas, y estaban envueltas con arcilla, con marcas que indicaban el tipo de fichas del interior. Estas marcas pronto reemplazaron a las fichas en sí, y los envoltorios de arcilla se constituyeron, como puede demostrarse, en el prototipo de las tablillas de escritura sobre arcilla.[4]

El sistema de escritura mesopotámica original (ca. 3500 a.C.) deriva de este método de conservar operaciones,[3] y para finales del IV milenio a.C.,[5] ya se había transformado en el uso de un estilete de forma triangular que se presionaba sobre arcilla flexible ("escritura cuneiforme"). Así, la invención de los primeros sistemas de escritura es más o menos contemporánea con el principio de la Edad de Bronce en la última mitad del IV milenio a.C. en Sumeria.

Las primeras formas de escritura eran logográficas en naturaleza, basadas en elementos pictográficos e ideográficos.[6] No obstante, a mitad del III milenio a.C., los sumerios habían desarrollado un anexo silábico para su escritura, reflejando la fonología y la sintaxis del idioma sumerio hablado. Esta escritura logo-silábica fue pronto adoptada por los hablantes acadios y eblaítas para sus propios idiomas, y posteriormente por los hititas y los ugaríticos.

Aunque es posible que la escritura egipcia sea un ejemplo de difusionismo (arqueología) transcultural de sus contemporáneos comerciales de Mesopotamia, los egipcios no tomaron prestados los símbolos escritos mesopotámicos. En su lugar, utilizaron su propia iconografía artística. Hay muestras de jeroglíficos egipcios arcaicos en la Paleta de Narmer del 3100 a.C., y aún mayor grado de elaboración se puede ver en los Textos de las Pirámides del III milenio. En el sur de Egipto, Günter Dreyer descubrió registros de entregas de lino y aceite que, según la prueba del carbono, han sido datados entre el 3300 a.C. y el 3200 a.C., anteriores, pues, al periodo dinástico. Este hallazgo cuestiona la creencia extendida de que los primeros pueblos en escribir fueron los sumerios de Mesopotamia (actual Irak) en algún momento anterior al 3000 a.C.[7]

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